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La Ilustración Liberal

Marjorie Grice-Hutchinson y los orígenes del liberalismo en España

Cincuenta años de la edición de 'The School of Salamanca' (1952)[1]

En este año 2002 se cumple el L aniversario de la publicación de un texto fundamental sobre la historia del pensamiento económico en España. Su autora, M. Grice-Hutchinson, de origen inglés pero afincada desde bastantes años atrás en España, ha recibido en nuestro país sendos Doctorados Honoris Causa por las universidades de Málaga y Complutense de Madrid. Entre muchos otros homenajes, quiero destacar el que le tributó la sociedad Mont Pelerin en su encuentro de Barcelona de 1997; así como la reciente edición de dos números de la revistaCuadernos de Ciencias Económicas y Empresariales (23 y 24; Universidad de Málaga, 1999 y 2000), coincidiendo con el 90º cumpleaños de nuestra autora. Que se encuentra en un envidiable estado de actividad intelectual, como lo demuestra su entusiasmo para la reedición de un entrañable libro de costumbres, memorias y recuerdos (Un cortijo en Málaga, Ágora, 2001).

Como expresión de reconocimiento al libro y a su autora, voy a presentar aquí un texto con el siguiente contenido: primero, un esbozo sobre la aportación de los escolásticos hispanos a la historia de las ideas políticas; en segundo lugar, veremos las relaciones entre Grice-Hutchinson y el premio Nobel F. Hayek, a propósito de esta materia; y finalmente, presento un brevísimo comentario a la bibliografía de nuestra celebrada Doctora.

1.- La Escuela de Salamanca en la historia del pensamiento político

En los primeros años del siglo XX, los trabajos del profesor norteamericano James Brown Scott (Universidades de Columbia y George Town) pusieron de relieve la importancia del pensamiento de Francisco de Vitoria y sus discípulos en la génesis del moderno Derecho Internacional. Esta tesis vio crecer su influencia al terminar la Primera Guerra Mundial, en un ambiente académico preocupado por los fundamentos jurídicos relacionados con la convivencia entre los pueblos. Años después, en la España posterior a su Guerra Civil, esta teoría alcanzó especial difusión en torno al concepto de Escuela de Salamanca como núcleo difusor de las ideas tardo-escolásticas que enseñaron en aquella universidad española Vitoria y sus discípulos o sucesores importantes como Soto, Azpilcueta, Covarrubias, Laínez, Molina, Suárez, y un largo etcétera de maestros universitarios, juristas y filósofos.

En 1952 se incorpora esta línea argumental al campo del pensamiento económico a partir de la obra seminal de M.Grice-Hutchinson The School of Salamanca; idea que ya había sido antes considerada por Schumpeter, aunque no vería la luz hasta la edición en 1954 de su monumental History of Economic Analysis. En ambos casos se plantea una hipótesis sobre si gran parte de los fundamentos de la teoría económica que posteriormente desarrollarían Adam Smith y demás autores ‘clásicos’ ya estaban implícitos en los tratados de estos Doctores de Salamanca: tanto en cuestiones particulares sobre cambios e interés, monopolios, impuestos, precios y dinero, etc. como en aspectos más fundamentales como la teoría del valor, la morfología del mercado o los derechos de propiedad.

Un último paso, más reciente pero no por ello menos interesante, ha llevado a estudiar cómo ese pensamiento económico, jurídico y también político, no se extinguió con la decadencia española de finales del XVII, sino que traspasó las fronteras de la Monarquía Católica a través de los llamados filósofos del Derecho Natural (sobre todo, Hugo Grocio [1583-1645] y Pufendorf), quienes a su vez sirvieron de correa de transmisión para que algunos de los conceptos referidos se recibieran en el ambiente universitario de la Ilustración Escocesa. Así, es una evidencia que Francis Hutcheson (1672-1753), el maestro de Adam Smith en Glasgow, conocía y utilizaba los textos iusnaturalistas de Grotius. Cosa que también es verificable para su discípulo.

Pues bien, nuestra proposición -expuesta sucintamente- es que igualmente podemos rastrear en esa transmisión muchas ideas sobre pensamiento político que posteriormente desarrollarían los fundadores del liberalismo clásico. Aquí es preciso recordar algunos tratados famosos, como el De Iuramento Fidelitatis y la Defensio Fidei (especialmente su Libro III, Principatus Politicus) de Francisco Suárez, y el De Rege et Regis Institutione, de Juan de Mariana. Y que en su lectura se pueden reconocer, como expresaba con acertada maestría el prof. Lucas Beltrán, "las formas de vida social que hoy llamamos liberales: un mundo pacífico, en el cual la propiedad privada respetada, la libertad económica, la democracia política y la moneda sana hacen la vida de todos más agradable"[2].

2.- El economista austriaco y una joven estudiante

Pero regresemos a nuestra materia. Grice-Hutchinson fue discípula del Premio Nobel F. Hayek durante algunos cursos en los que estuvo colaborando con The London School of Economics al terminar la II Guerra Mundial (años 1945 a 1951); y tradicionalmente se pensaba que fue por indicación de este profesor por lo que comenzó a estudiar el contenido económico de las obras de algunos Maestros escolásticos de la Universidad de Salamanca. Fruto de cuyo trabajo nacería el concepto seminal de 'School of Salamanca': título de su primer libro (1952); y en el que se consagra ese nombre en el panorama científico contemporáneo. Hasta tal punto estaba extendida esta idea que el ya citado prof. Lucas Beltrán -quien también fue discípulo de Hayek en Londres- así lo creyó, a juzgar por sus palabras de Laudatio en la investidura del doctorado Honoris Causa a nuestra autora por la Universidad Complutense de Madrid (acto celebrado en Avila, en abril de 1993):

"La Sra. Grice-Hutchinson, inglesa de familia y de nacimiento, pasó desde su juventud largas temporadas en Málaga y en las cercanías de esta ciudad... Hizo sus estudios universitarios en Inglaterra. Los empezó en el King’s College de Londres, donde obtuvo su Licenciatura en Ciencias Económicas (Filología Española). Los continuó en el Birkbeck College, donde organizó un Departamento de Filología Inglesa (española) del que fue directora durante los años 1948-1951. Y los completó con cursos de Teoría e Historia Económicas en la London School of Economics. Allí inició sus tareas de investigación bajo la dirección de Friedrich Hayek... y los continuó en la colaboración del profesor inglés R.S. Sayers y del norteamericano Earl J. Hamilton. Venida a España en 1951, leyó tratadistas de cuestiones económicas del siglo XVI, y aplicó a las informaciones y juicios de éstos criterios derivados de sus estudios teóricos de Londres. Fruto de esta aplicación fue su primer libro científico The School of Salamanca, escrito bajo la inspiración de su maestro Hayek y editado en Oxford el año 1952".

Hasta aquí la cita del prof. Beltrán (de quien se ofrece un artículo en esta misma Revista), sobre la que más adelante haremos algunas rectificaciones de la mano de Grice-Hutchinson. Aunque sí deseo añadir que en ese mismo acto D. Lucas siguió explicando que Hayek había dudado de las proposiciones de Max Weber sobre los orígenes del capitalismo en el mundo protestante. Y refiriendose a Hayek, le atribuía estas palabras: "Mucho antes de Calvino, las ciudades italianas y holandesas habían practicado y los escolásticos españoles habían codificado las reglas que hacen posible la moderna economía de mercado". Concluyendo el prof. Betrán que: "Y Hayek confió la tarea de desarrollar esta idea seminal a la distinguida discípula que hoy homenajeamos".

Hayek y la escolástica española

Esta -digamos- errónea creencia se debió extender, supongo, debido al evidente mayor prestigio de Hayek por aquellos tiempos. Recordemos que en 1944 había publicado su Camino de servidumbre, obra más bien poco comprendida pero que sí le proporcionó un cierto reconocimiento (menos del que se esperaba, por otra parte; y además con un matiz de heterodoxia que se 'tolera con magnanimidad': estábamos en la cresta de la ola del keynesianismo...). Pero no vamos a estudiar aquí el pensamiento de Hayek, sino en cuanto se relaciona con Grice-Hutchinson y los escolásticos.

Lo cierto es que no aparece ninguna referencia a los Doctores españoles en aquella obra. Pero sí se encuentran en otro trabajo[3] también famoso: Derecho, legislación y libertad (publicado ya en 1978; y aunque claramente posterior a los libros de Grice-Hutchinson, no parece haber recogido las intuiciones de su antigua alumna en el campo de la teoría económica). En el tomo I (Normas y orden)[4] habla explícitamente de los Escolásticos españoles a raíz del derecho natural y la justicia: pero desde esa perspectiva política de "un orden social abstracto, basado en el respeto a una ley igual para todos" (pág. 278, notas 8 y 9 al capítulo 5: 'Nomos: la ley de la libertad').

Sin embargo, existe una interesante referencia a dos autores escolásticos, Luis de Molina (De iustitia et iure, 1596-1600) y Juan de Lugo (Disputationum de iustitia et iure, 1642), a propósito de un tema que nos resulta más cercano: el problema de los precios justos. Hayek está reflexionando sobre "La dicotomía entre lo natural y lo artificial", llevando su razonamiento al ejemplo de los precios fijos (o tasados) y el concepto emergente de "precio natural". Y presenta a estos dos jesuitas como los primeros defensores de esa novedosa -y después olvidada- comprensión del precio natural como aquel que se forma espontáneamente en el mercado. Lo que nos llevaría a una premonición del "valor subjetivo de los bienes", tan gustosa para la Escuela Austríaca. Aquí Hayek incluye algunas citas en latín que luego han sido bastante repetidas sobre el "pretium iustum mathematicum", que desde esa perspectiva sólo podría ser conocido por la infinita sabiduría de Dios[5].

En el tomo II (El espejismo de la justicia social)[6] vuelven a repetirse las citas a estos dos autores, Lugo y Molina, más un tercero: Juan de Salas (Commentarii in Secundam Secundae D. Thomae de Contractibus, 1617). El punto de acercamiento es de nuevo una interesante consideración sobre el precio justo o natural: "Los escolásticos tardíos... concluyeron que la justicia sólo exige que los precios sean en todo momento fruto del recto comportamiento de quienes en el mercado intervienen, es decir, que se trate de precios competitivos establecidos sin fraude, extorsión monopolística o recurso a cualquier tipo de violencia" (pág. 137).

En la nota correspondiente amplía los autores de referencia: J. Höffner (1941), M. Weber (1954), H.M. Robertson (1933) y B. Groethuysen (1927). Y vuelve a repetir esa conocida frase de Juan de Lugo: "pretium iustum mathematicum, licet soli Deo notum" (nota 15 al capítulo IX: "La justicia social o distributiva", pág. 288). En todos los casos vemos, para concluir, que se trata de una bibliografía antigua respecto al momento de editar Derecho, legislación y libertad (1978). Y llama también la atención que no recogiera las consideraciones de su discípula Marjorie Grice-Hutchinson, pionera en esta investigación[7]. Lo que nos lleva de vuelta a la proposición aquí enunciada: el error de atribuir a Hayek la inspiración sobre el estudio de los escolásticos españoles (o Escuela de Salamanca).

Los mismos comentarios podemos hacer respecto al libro La tendencia del pensamiento económico[8], que recoge diversos artículos de Hayek (algunos bastante antiguos y publicados de forma dispersa); pero que no modifican nuestra tesis. Es en el capítulo dedicado a Mandeville (un autor que siempre había gustado a Hayek) donde volvemos a encontrar las citas de Luis de Molina, aunque más bien referidas a temas de filosofía política[9]; y un breve -pero ajustado- comentario a la posible influencia de los escolásticos tardíos sobre Mandeville, a través del también jesuíta Leonardo Lessio (p. 85).

Una rectificación necesaria

Debo confesar que estas ideas me llamaron profundamente la atención, en el sentido de tratar de averiguar con precisión cómo y por qué surgió esa intuición en el economista austríaco: lecturas, contactos con otros autores[10], etc.; y también el porqué de las referencias ya explicadas en Derecho, legislación y libertad. Y así comencé una relación epistolar con la Dra. Grice-Hutchinson para aclarar esas dudas, fruto de la cual puedo presentar estas rectificaciones:

En una nota manuscrita explicaba rotundamente a quién debía corresponder el mérito de iniciar esa investigación sobre los escolásticos:

"Hayek had never heard of the 'Salamancan' authors before I introduced him to them around 1949, or possibly 1950. So, it was not at his suggestion that I began to study them, but as a result of reading Larraz. I was, however studying Campomanes at that time, under Hayek’s direction. We 'changed horses in mid-stream'!"[11].

Aproximadamente un año antes, reclamaba en otra nota manuscrita su anticipación al atribuir los orígenes de la Teoría Cuantitativa a los doctores españoles:

"My 1952 book includes eight pages on quantity theory and the p.p.p theory of foreign exchange. Yet my excellent friend, Father Gómez Camacho, in his recent book, Economía y Filosofía Moral (Ed. Síntesis) pp. 311-312, says I follow P.Vilar (1969) and W.Weber (1959) in attributing the 'paternity' of the p.p.p. theory to the School of Salamanca. He is thus in error by some 17 and 7 years respectively"[12].

Y un poco más adelante volvía a señalar el motivo de su pesquisa; a la vez que le restaba importancia a su papel con una encomiable discreción:

"As a matter of fact, the origin of these investigations goes back far beyond Larraz. I only claim to have drawn the attention of the English-speaking historians to the economic thought of the School of Salamanca".

Finalmente, la aclaración más completa sobre estas cuestiones aparece explicada en un discurso[13] que pronunció Grice-Hutchinson en el Congreso Anual de la History of Economic Society (Babson College, 1994), y que tuvo la amabilidad de remitirme con la carta que estoy citando. Allí cuenta cómo se interesó por la economía española al trabajar como lingüista para el Foreign Office británico durante la Segunda Guerra Mundial (1941-1945). Sus padres vivían en Málaga y, como ya ha quedado dicho, Grice-Hutchinson conocía nuestro idioma, cultura y geografía. Así, al terminar el conflicto, encontró un trabajo en el departamento de Español del Kings College y de la London School of Economics; pasando al Birbeck College en 1948 hasta el año 1951 en que se casó con el barón Ulrich von Schlippenbach, propietario del cortijo Santa Isabel en Málaga (cercano al de San Julián, propiedad de George W. Grice-Hutchinson, padre de Marjorie) y se fue a vivir a España. Como se podrá ver un poco más adelante, la narración biográfica de nuestra autora corrige algunos errores en la cita del prof. Beltrán que abría este apartado.

Fue durante esos años en Londres cuando conoció al prof. Hayek, a raíz de un proyecto de investigar sobre economistas españoles de los siglos XVIII y XIX. Por mediación de la directora de estudios de postgrado, consiguió una entrevista con Hayek a la que acudió "with a good deal of trepidation". Y lo cierto es que el profesor austríaco no conocía nada sobre pensamiento económico español; así que le recomendó empezar por dos autores del siglo XVIII que encontraron en una enciclopedia: Gerónimo de Uztáriz y Bernardo de Ulloa. Y le dio permiso para acudir a sus clases de historia del pensamiento económico. Fue entonces cuando le recomendó ponerse en contacto con el profesor Earl J. Hamilton, de la Universidad de Chicago.

Luego continúa explicando cómo eran las clases del prof. Hayek (se trataba del curso académico 1947-1948); y cuál fue el resultado de su pesquisa con Hamilton: bastante satisfactoria, ya que éste le remitió a otro personaje español, Campomanes. Y es que en su Discurso sobre la educación popular (1775) aparece un apéndice con más autores de los siglos XVI y XVII que habían escrito sobre cuestiones económicas. Aquí radicaría, con toda seguridad, el origen de un primer acercamiento a los arbitristas españoles, que después se reorientará hacia la escolástica tardía de Salamanca.

Durante ese tiempo Grice-Hutchinson continuaba con sus viajes a España, donde pudo conocer al prof. Viñas Mey, quien a su vez le remitió al libro de José Larraz: La época del mercantilismo en Castilla (1943). Su lectura fue decisiva para el nuevo sesgo que iba a tomar la investigación de nuestra autora: se centraría en escritores del siglo XVI y XVII, a propósito de cuestiones sobre teoría monetaria (de la que ya sabemos que fueron muy lúcidos pioneros). Desde 1948 a 1950 se irá fraguando su obra The School of Salamanca, sobre la que mantendría informado al prof. Hayek hasta su marcha a la Universidad de Chicago en 1950. Pero Grice-Hutchinson tuvo la fortuna de quedar bajo la supervisión de otro gran economista y profesor de la London School of Economics, R.S. Sayers, por medio del cual consiguió editar su trabajo en Oxford Clarendon Press.

Este reconocimiento de Larraz y de Viñas Mey ya fue señalado expresamente por ella misma en un artículo de la Revista de Historia Económica (1989): "El concepto de la Escuela de Salamanca: sus orígenes y su desarrollo", reeditado en 1995 en el libro Ensayos sobre el pensamiento económico en España. Más recientemente lo ha descrito con todo detalle el prof. Manuel Santos Redondo en su encarte al tomo II de Economía y economistas españoles (1999).

La citada conferencia en el Babson College sigue explicando la trayectoria vital e intelectual de Marjorie Grice-Hutchinson, y los diversos contactos que mantuvo con el profesor Hayek a partir de ese momento. Lo que en cualquier caso ya queda bien claro es el origen de la idea seminal sobre la Escuela de Salamanca; que reforzaremos con una última cita manuscrita de nuestra autora, a propósito de un reciente Curso de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (Santander, agosto de 1999):

"By the way, at Santander it was said that I began to study the economic thought of the Spanish Schoolmen at Hayek’s suggestion. In fact, he never mentioned them to me that connection until I introduced him to their economic writings shortly before he left for Chicago. It was prof. Viñas Mey who first drew my attention to Larraz’s Época del mercantilismo en Castilla (1943)"[14].

3.- Sumario de los trabajos de Marjorie Grice-Hutchinson

Quiero terminar esta reflexión con un breve repaso de las obras de nuestra autora, que nos sirva de colofón para apuntalar dos ideas que señalo en el título: la importancia de la Escuela de Salamanca, y su contribución a los orígenes del liberalismo político y económico. Lo iremos viendo al comentar sucintamente el contenido de alguno de los libros y artículos.

A. The School of Salamanca, Oxford Clarendon Press, 1952.

El resumen sobre las ideas de esta Escuela puede incluir:

a) Una novedosa interpretación sobre la naturaleza, orígenes y funciones del dinero.
b) La teoría del valor, que enfatiza el carácter subjetivo basado en la "estimación común". Aunque se plantea un problema respecto a las "tasas" o precios fijos.
c) Una precisión respecto al valor del dinero, a partir de los presupuestos anteriores.
d) La formulación casi actual de una Teoría Cuantitativa en la que se relacionan precios con la abundancia de numerario. Se incluye aquí la primera referencia a Martín de Azpilcueta como el pionero en describirla (1556), doce años antes del texto de Jean Bodin considerado generalmente como su inventor.
e) Por último, los antecedentes de la Teoría del Tipo de Cambio de Divisas basado en la Paridad del Poder Adquisitivo (Purchasing Power Parity Theory), como fruto más conseguido de teoría monetaria y precursor de análisis económicos tan famosos como el "Bullion Report" de 1810.

En otro apartado se estudian la dispersión y dificultades para mantener este corpus de pensamiento, que -a pesar de todo- perduraría en torno a las ideas citadas anteriormente. Así, los avances de Azpilcueta/Bodin en torno a la Teoría Cuantitativa llegan hasta el italiano Galiani (s. XVIII). O también, los tratados De Iustitia et Iure van a interesar a juristas posteriores al reflexionar sobre cuestiones como los contratos comerciales: es en esta línea donde Grice-Hutchinson sitúa a Grocio, Pufendorf y Hutcheson (s. XVII), en un camino que llega hasta Adam Smith.

B.- El pensamiento económico en España (1177-1740), Crítica, Barcelona, 1982 (edición inglesa 1978).

C.- "La Escuela de Salamanca", Revista del Instituto de Estudios Económicos 2, Madrid, 1980, pp. 45-52.

Aunque previo a la versión española del libro anterior, este texto inaugura una serie de artículos en los que nuestra autora va a difundir y defender las ideas que acabamos de reseñar. Corresponde a una ponencia en el encuentro de la Mont Pelerin Society, celebrado en Madrid en 1979 (al que, por cierto, asistió su maestro Hayek). Después de repasar brevemente en qué consiste el método escolástico, va a hacer una presentación de su contenido económico poniéndolo en relación con el pensamiento Liberal (ante cuyo Foro se encontraba), como un antecedente importante de su formulación.

D.- "Los escolásticos españoles y la Historia del Análisis Económico de Schumpeter", Papeles de Economía Española 17, Madrid, 1983, pp. 172-184.

E.- "El Discurso acerca de la Moneda de Vellón, de Pedro de Valencia", Aportaciones del Pensamiento Económico Iberoamericano, siglos XVI-XX, Madrid, 1986, pp. 55-66.

Repetimos algunas ideas que vuelven a ser tratadas aquí:

- El valor del dinero en función de la estimación de los hombres.
- La variación del poder adquisitivo de las monedas en función del tiempo, lugar, y la abundancia o falta de piezas: Teoría Cuantitativa en Azpilcueta o Mercado.
- Una crítica política hacia los tributos injustos. Como también señalaría Juan de Mariana, la "inflación" es un impuesto no votado en Cortes. Argumento muy del gusto del pensamiento Liberal.
- La presentación de un "Orden Natural" (Iusnaturalismo) también en Economía. Lo que demuestra, para nuestra autora: "que existen leyes o conexiones causales entre los fenómenos económicos, y que estas leyes son independientes de la voluntad de los gobernantes. La identificación y descripción de estas conexiones causales es, sin duda, una de las tareas más interesantes que emprendieron los economistas de los siglos XVI y XVII" (p. 65).

F.- "El concepto de Escuela de Salamanca: sus orígenes y desarrollo", Revista de Historia Económica 1989/2, pp. 21-26.

G.- Ensayos sobre el pensamiento económico en España, Madrid, 1995.

Muy recientemente ha sido editado en España este volumen compilatorio de todos los artículos sueltos ya resumidos, junto con otros más. La publicación inglesa es de 1993, y va precedida de una muy interesante Introducción de los editores Laurence S. Moss y Cristopher Ryan.



[1] Recojo en este trabajo algunas ideas ya expuestas en dos artículos anteriores: "Economía en la España del siglo XVI. La Escuela de Salamanca y los orígenes del liberalismo económico" (1998), y "Marjorie Grice-Hutchison y los escolásticos hispanos de la Escuela de Salamanca" (2000).

[2] Así lo escribe en su Introducción al Tratado y discurso sobre la moneda de vellón, de Juan de Mariana, IEF, Madrid, 1987, p. 22.

[3] En realidad, no he buscado pormenorizadamente referencias a la Escuela de Salamanca en todos los artículos de Hayek, sino que me he ceñido a los principales libros traducidos al castellano.

[4] Unión Editorial, Madrid, 1994.

[5] Notas 22 y 24 (pág. 257) al capítulo I: Razón y evolución, págs. 47 y 48. Las referencias de Hayek son dos autores alemanes W.Weber (1959) y J.Höffner (1941), además de la tesis doctoral inédita del norteamericano W.S. Joyce (1948).

[6] Unión Editorial, Madrid, 1988.

[7] En una corrección manuscrita al borrador de este artículo la Dra. Grice-Hutchinson me escribía: "He simply forgot about me". Y explica en carta de Málaga (16.11.99) que ella era una especie de "Miss Nobody". Palabras que yo transcribo; pero me reitero en la opinión de arriba.

[8] Unión Editorial, Madrid, 1995. La edición inglesa: The trend of Economic Thinking. Essays on political economists and economical history es de 1991.

[9] Lo considera "el más importante de los jesuítas españoles" (p. 84). Y aquí hace referencia a un ensayo anterior: "The result of human action but not of human design" (1967).

[10] En este sentido, no he podido averiguar si Hayek, por ejemplo, pudo haber comentado estas ideas con Schumpeter; porque, a pesar de que su libro no se publicó hasta 1954 -como ya hemos señalado-, las tesis allí recogidas por Schumpeter se remontan a los años '30 y '40. Pero sí podemos encontrar en la obra de Dempsey (1943) sus referencias a Molina y Lugo.

[11] Carta de Málaga, 1º de mayo de 1999.

[12] Carta de Málaga, 7 de julio de 1998.

[13] Está pendiente de ser editado; por lo que, a petición de su autora, hemos preferido omitir cualquier referencia literal a la espera de su publicación.

[14] Carta de Málaga, 23 de agosto de 1999.

Número 11

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