Los Nuestros: Gonzalo Altozano

Periodista, es autor de No es bueno que Dios esté solo y de un libro aún inédito sobre los míticos plantados anticastristas.

Nombre:

Gonzalo Altozano García-Figueras.

Lugar y fecha de nacimiento:

Madrid, 8 de julio de 1976.

Vocación:

Periodista.

Profesión:

Periodista.

Aficiones:

Leer; y también mirar por la ventanilla del tren (con más afición si cabe, si este es de primera clase).

Tres libros imprescindibles:

El guardián entre el centeno, de Salinger; Crónica del alba, de Sender; cualquiera de Lapierre y Collins.

Tres películas:

¿Voy de cinéfilo o digo la verdad? Venga, la verdad: Indiana Jones; Karate Kid; Jerry Maguire. (Bueno, y casi todo Garci).

Tres canciones:

Cualquiera que me recuerde a algo, como las niñas esas a las que no soportaba David Summers, me temo.

Una serie de TV:

Anillos de oro.

Un cuadro:

Cualquiera de Norman Rockwell.

Un buen plato de comida:

En invierno, fabada asturiana; en cualquier época del año, steak tartar.

Un lugar:

En Madrid, el parque del Retiro, la librería Los Editores y el restaurante Camoati; en el resto del planeta, El Manantial, en El Puerto de Santa María, pero solo en temporada baja.

Parque del Retiro, Madrid.

Un personaje histórico:

Winston Churchill.

Un acontecimiento histórico:

La revolución conservadora norteamericana, esa asombrosa, refrescante y fecunda contradicción en los términos.

El mejor político de la actualidad. ¿Y del resto del mundo?

Soy amigo de Santi Abascal, aunque de ahí a que me parezca el mejor... ¿Y del resto del mundo? Me gustaría decir Trump, pero qué difícil lo pone a veces, el tío.

El peor. ¿Y del resto del mundo?

El Padre Ángel (ya sé que no es político, pero es que le tengo unas ganas…). ¿Y del resto del mundo? Sin lugar a dudas, Bergoglio (y este sí que es político).

Bergoglio.

Mi mejor momento profesional:

Cuando dirigí y presenté, durante tres temporadas, Los Últimos de Filipinas, en Radio Intereconomía, los domingos de 10 a 12 de la noche; posiblemente, la mejor tertulia de la radio (posiblemente, insisto).

El peor:

Demasiado reciente todavía como para contarlo sin que a alguno le piten los oídos.

Mi principal virtud:

La perseverancia (o así la llamo yo, que otros la llaman "ya está otra vez aquí el coñazo este").