Esta tercera entrevista, siguiendo el último tomo de la trilogía de Los enemigos del comercio, trata desde el ascenso de Lenin hasta los últimos movimientos comunistas. Antonio Escohotado y Federico Jiménez Losantos empiezan compartiendo su visión de Vladímir Lenin, "un monstruo, un sociópata de odio ilimitado". Lenin, dice Federico, se mostró "indiferente" hacia el ser humano. Añade Escohotado que su objetivo fue el de "depurar" a la humanidad. El filósofo recuerda la máxima recogida en el último escrito de Lenin: "mejor pocos pero mejores". Cuentan ambos que además fue un "pusilánime, la mejor prueba de que el asesino es un cobarde". Sobre Lenin también destacan cómo, con la ayuda de Alexander Parvus, consigue que Alemania financie el movimiento bolchevique con hasta "40 millones de marcos oro", con los que compran "medios de comunicación, armas"…
Escohotado diferencia entre dos tipos de socialismo: el mesiánico, una conjura contra la eficiencia, y el socialismo democrático. Se define a sí mismo como un "militante de la guerrilla de la concordia frente a la de la discordia".
¿Por qué esa fascinación por el comunismo? Se preguntan. Un movimiento, dice Escohotado, que "fracasa triunfando y triunfa fracasando". Sobre el Che Guevara comentan su "arrogancia infinita" y se lamentan de que este criminal, creador de los campos de reeducación para homosexuales en Cuba, luzca como icono pop en las camisetas de millones de personas.
Llega el turno de Podemos. Pregunta Federico cómo es posible que le hayan votado cinco millones de personas, que tienen sus propiedades, cuando es un partido que va contra la propiedad. Para Escohotado no es un voto contra la propiedad sino el voto "del simplismo y del rencor", de la "huída hacia adelante". De hecho es una frase que siempre ha repetido el comunismo: Mao, Stalin, Pol Pot... "El gran salto hacia adelante", comentan, "y que supone todo lo contrario, el aventurismo, uno se lía y luego ya veremos". Dice el filósofo, "es un rasgo muy humano no aceptar que tenga vida propia el conjunto de la vida social".
Para Jiménez Losantos hoy día el equivalente a aquella "intelligentsia" rusa, la élite culpable de la revolución bolchevique, serían el periodismo y la universidad. Escohotado reflexiona sobre qué es un intelectual, un "profesional con falta de profesión, dispuesto a convocar incendios"; y se pregunta, "¿se puede llamar a Newton intelectual, o a Hegel o a Max Weber? No, son pensadores, son sabios", concluyen ambos.
Acaba la entrevista:
-¿Qué sientes al contemplar estos tres gloriosos tomos?
Responde Antonio:
-Que puedo morir tranquilo. Es útil y me cumple a mi.
Esta magna obra, única en la historia de España le ha servido "para hacer frente a la senectud". Antonio Escohotado agradece al presidente de Libertad Digital la "atención incompartida" .
Se apagan las luces. La tarde, en la Casa Club de Madrid, se hace noche.