El nuevo libro del periodista argentino-israelí Carlos Gurovich, auspiciado por i24 News, juega con la realidad y la ficción para describir cómo fue el asesinato del fiscal Alberto Nisman, quien el 18 de enero de 2015 apareció muerto en el baño de su apartamento del barrio Puerto Madero, en Buenos Aires, tras haber denunciado a la entonces presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por encubrimiento del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), perpetrado en 1994 y que dejó 85 muertos. En el año 2013, durante el último Gobierno de la expresidente y actual vicepresidente, Buenos Aires firmó un memorándum de entendimiento con Teherán con el que seguramente buscaba otorgar impunidad a los iraníes a cambio de favores económicos.
El acuerdo quedó sin efecto después de que en 2015 el presidente Mauricio Macri decidiera no apelar la declaración de inconstitucionalidad del acuerdo realizada por la Justicia.
Operación Pajarito da por sentado que el fiscal fue asesinado e ignora el ridículo argumento esgrimido por el kirchnerismo y los periodistas adictos a esta corriente peronista de que el fiscal se suicidó, ya que las pruebas científicas han demostrado que no fue así; y por si esto fuera poco Nisman fue entrevistado en un conocido canal de noticias días de antes de presentar la denuncia en el Congreso. Tras años de investigación y hasta último momento estuvo trabajando en su discurso, antes de ser brutalmente asesinado en su apartamento.
El título del libro hace referencia a las amenazas de muerte recibidas por Nisman, a quien los autores de tales amenazas llamaban "pajarito", ya que estaban buscando que no cantara, claro.
En una entrevista con el sitio de noticias argentino Infobae, Gurovich –conocido en las redes sociales como CKalman– dijo que el libro es "la ficción de una realidad posible" y que está "basado en elementos de la vida real, de la investigación que hacía Nisman del atentado a la AMIA, en el memorándum de entendimiento con Irán y en los escritos que dejó Nisman".
El relato escrito por el periodista y escritor es tan atrapante que uno realmente lamenta no tener tiempo en su día a día para poder seguir leyéndolo y desea terminarlo todo desde el momento que comenzó a leerlo. El libro cuenta con un condimento especial, ya que mientras uno va pasando las páginas de pronto se encuentra con códigos QR que lo trasladan a vídeos en los que aparecen los personajes reales hablando.
De una manera inteligente, Gurovich desafía al lector a reconocer cuáles son los personajes reales. Todos, salvo Nisman, aparecen con nombres ficticios o bien con descripciones de ellos. Depende de cuánto sepa el lector del caso AMIA o de la investigación del caso Nisman para entender cuáles son los personajes ficticios y cuáles los reales.
En el libro también se describen los hechos que ocurrieron antes de la muerte de Nisman –como los extraños movimientos de la Gendarmería–, y también lo que sucedió posteriormente, como el cadaver de una mujer hallado cerca del apartamento del fiscal a pocos días de su asesinato y las pericias llevadas a cabo con una desprolijidad llamativa, entre otras cosas. Además, muestra al lector cómo podrían haber actuado los servicios de inteligencia en la operación, cuál habría sido la participación de Diego Lagomarsino (un informático que fue la última persona en ver a Nisman con vida), qué podría haber sabido La Jefa (como se la menciona a Cristina Fernández de Kirchner) de todo el asunto y más. Sí, todo en potencial. Sin embargo, lamentablemente, refleja cómo realmente se podrían haber dado las cosas en torno al asesinato del fiscal Nisman en un país donde la impunidad y la corrupción son moneda corriente y las mafias están asentadas en las más altas esferas del poder.