La oposición al sanchismo, suspenso general
La Oposición carece de claridad en cuanto a sus fines y a los valores necesarios para alcanzarlos.
Una de las muchas sentencias que se atribuyen, no siempre con acierto, a Winston Churchill es la que dejó caer sobre las cabezas de los más altos militares británicos cuando le exigieron la dirección de la guerra. Fue la siguiente: "Señores, ustedes saben hacer la guerra, pero las guerras las ganan los técnicos en ideas generales. Yo soy uno de ellos". La escuché una vez y no se me ha olvidado. La he buscado en sus Memorias y en sus biógrafos más destacados, pero no la he encontrado. Puede que sea una de las muchas apócrifas que lo acompañan.
Para nuestro propósito es valiosa, sea o no original. Porque, en efecto, las guerras no las ganan preferentemente los especialistas en la técnica militar sino quienes son capaces de concebir una estrategia general que tiene en cuenta, no sólo los aspecto bélicos de la contienda, sino asimismo los muchos factores humanos, individuales y nacionales, históricos y actuales, económicos, culturales y morales, que contribuyen a la victoria o a la derrota.
En estos días, convulsos días, el Gobierno del Frente "Popular"[i] que sostiene a Pedro Sánchez como cabeza visible, aunque quienes lo dirigen realmente sean otros –sobre todo, los comunistas bolivarianos y los separatismos—, ha perpetrado un atentado moral contra la Nación, dañando el honor y la dignidad de las víctimas del terrorismo. Esto ha confirmado a muchos que, en realidad, España tiene dos frentes en guerra, aún limitada, uno totalitario de raíces totalitarias, violentas y xenófobas y otro democrático, heredero de la apuesta por la reconciliación de la Transición.
Ya saben qué ha ocurrido en esos días. En medio de un texto legal acordado se introdujo una modificación que permitirá a los etarras deducir los años de condena ya cumplida en otros países (¡por delitos diferentes!) de la pena impuesta por los tribunales españoles por otros delitos. Esta es la canallada principal, la tropelía, la infamia que hará posible que asesinos sanguinarios estén en la calle en muy poco tiempo ahorrándose, en general, 400 años de prisión en 44 casos, contra el criterio expresado por la Justicia europea.
Pero he aquí que una torpeza más de la oposición política de la derecha, PP y Vox, que, no reparando en el agujero que abriría en la Justicia y en las víctimas o actuando con una negligencia impropia de quienes cobran demasiado por representar a sus votantes o, quién sabe por qué, aduciendo otras oscuras razones, votaron inexplicadamente a favor de la ignominia provocando la perplejidad y el hartazgo de quienes aspiran a una regeneración de la democracia española.
Además del bochorno, han tenido que soportar el escarnio de un Sánchez, amoral, cruel y fanático, como define a su régimen nuestro Agapito, que se ha burlado con saña de sus dirigentes: "No saben lo que votan", les ha espetado. "No hay nadie al volante", ha machacado. Un error, reconoció Feijóo, no es lo mismo que una maldad como la del gobierno Sánchez, que hubiera logrado aprobarlo de todas formas. Pero ha sido un error mayúsculo y peligroso por su capacidad desmovilizadora y decepcionante.
En cualquier caso, lo cierto es que el régimen de "maldad" (Mayor Oreja), instalado en España desde 2004 –tras un atentado brutal (11 M) que conmocionó a una España que fue a elecciones generales sólo tres días después sin que nadie haya explicado por qué no pudieron suspenderse dada la gravedad asesina de una conjura aún no desvelada—, provocó el ascenso fangoso de Zapatero al gobierno y el comienzo de un ataque sistemático a la Nación, a la Constitución, a su democracia y al espíritu conciliador de la Transición, para beneficio sistemático de nacionalistas, terroristas o no, y comunistas, nuevos socios del PSOE.
La Oposición política, entonces limitada al PP descafeinado de Rajoy, aunque logró un abultado triunfo en 2011 tras casi una quiebra económica nacional, fue incapaz de revertir, o no quiso, el incipiente proceso de liquidación constitucional porque consideró inútil hacerlo. Sólo atender a la economía fue importante ya que recuperando el bienestar perdido, se creyó, los demás problemas desaparecerían como por encanto. Gran error que llevó al fraccionamiento y a la dispersión de la derecha trabajosamente reunida por José María Aznar.
Por ello, entre otras cosas, renunció a desarmar la desigualdad legal entre hombres y mujeres, el sectarismo y la desinstrucción de leyes educativas e incluso la Ley de Memoria Histórica que tenía por fin tergiversar la historia de España y situar a la II República y al Frente Popular como paraísos "democráticos" frente a un único culpable "fascista", el franquismo y su dictadura, olvidando que la revolución se impuso a la República, que l guerra civil fue buscada por el PSOE desde 1934 y que el atroz terror rojo fue un elemento desencadenante de la sublevación militar y civil. Hasta el después ministro republicano del PNV, Manuel Irujo, lo reconoció[ii].
La llegada de Pedro Sánchez al PSOE y al gobierno, desde el principio anclado en una mentira "centrista" y "dialogante" ha significado una ruptura. José María Marco la resume así: "La moción de censura de 2018 rompió este pacto[iii] pero no a favor de una coalición gubernamental compuesta de los dos grandes partidos nacionales, como un ingenuo espectador llegado de un lejano planeta podía haber esperado después de lo ocurrido en 2017[iv]. Al revés, la novedad de Sánchez consistió en incorporar a la gobernación del Estado a aquellos mismos radicales que el uso había proscrito hasta entonces, los compañeros de ruta del terror nacionalista y aquellos que un año antes habían intentado acabar con la Constitución y con la integridad de España".
En la práctica, lo que ha ocurrido desde que Pedro Sánchez llegó a la cúpula del PSOE en 2014, a pesar de haber sido defenestrado por quienes adivinaron sus modos y maneras autocráticos y torturadoras de leyes y normas, es que el programa antidemocrático encubierto bajo las máscaras de "Bambi" o "Alicia" utilizadas por su antecesor José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en un programa "Lobo feroz" que atenta ya a las claras contra todo lo que representó la Transición y contra la democracia que aspiraba a desarrollar paulatinamente la Constitución[v].
Lo que Sánchez ha demostrado es que su ambición de poder no tiene en cuenta ningún límite ético ni político ni judicial por lo que acepta cualquier coste, aunque su precio sea la destrucción de la nación española, e incluso la de su propio partido, sobre cuya organización centralizada y disciplinaria, dicta de manera incontrolada. Es la renuncia a la racionalidad y su metamorfosis en una secta de creyentes obedientes, intolerantes e incluso idólatras (de un líder que "está muy bueno").
Un breviario del asco democrático
Sirva este breve vademécum para certificar la cantidad y dimensión de los sapos sanchistas que la oposición se está tragando de forma incesante desde 2018, como se tragó otros muchos desde 2004 a 2011. Para abreviar nos referiremos sólo al jueves, día 10 de octubre (quien quiera ampliarlos puede acudir a estos informes más exhaustivos):
- Lo ultimísimo: Pedro Sánchez supo de la entrada ilegal de Delcy Rodríguez en Barajas, lo consintió a pesar de estar prohibido por la Unión Europea y aceptó que su ministro Ábalos,de imputación inminente, fuera a recibirla. Incluso se planeó una cena privada con ministros de Sánchez, Salvador Illa entre ellos. Deben saber que las imágenes oficiales del aeropuerto fueron destruidas.
- Koldo García, en llamada telefónica intervenida del 25.01.2024 con Rubén Villalba (comandante de la Guardia Civil), se entera de que era la UCO, y no otro cuerpo policial, quien se encontraba realizando una investigación sobre su persona y que fue el anterior Director General de la Guardia Civil, quien le informó sobre la investigación en curso". Acaba de ser premiado en Washington. Ya antes, el jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil afín al PSOE, José Manuel Santiago, dijo que su misión era neutralizar bulos antigubernamentales en las redes y minimizar las críticas al gobierno.
- Un socio de Javier de Aldama, en prisión preventiva, y amigo de Begoña Gómez y de Koldo García, afirma haber llevado 90.000 euros en billetes y en una bolsa a la calle Ferraz sin que se sepa por qué y para qué. UGT guardaba el dinero "raro" en bolsas negras de basura. De lo de Aldama negociando con Delcy la venta de 104 barras de oro venezolano por 62,6 millones ni hablamos. Aldama se refería Sánchez como "el 1". La trama Aldama-Koldo fue clave en el rescate de Air Europa (préstamos del gobierno por 615 millones de euros). No se olvide el rescate de la aerolínea chavista-madurista en quiebra, Plus Ultra, por 53 millones de euros
- Se acaba de intentar colocar al marido de Teresa Ribera, Mariano Bacigalupo Saggese, hijo del juez que condenó a Javier Gómez de Liaño que investigó el caso Prisa (y que fue absuelto por la Justicia Europea) en un puesto del Banco de España. Nadia Calviño, ex vicepresidenta y ahora alto cargo europeo, lo sabía todo y participó en la trama.
- Koldo García mantenía informada de todo del asunto de las mascarillas inservibles a la presidenta del Congreso, Francina Armengol. "Vale, cariño, te mantengo informada de todo".
Ayer, viernes 11, ya era general la impresión de que Ábalos va a ser imputado, que enfoca directamente al Supremo y que el informe de la UCO deja muy clara la intervención del número 1, incuestionablemente Pedro Sánchez y su mujer, Begoña, en el rescate de Air Europa y otros elementos de la trama.
Desde la llegada al poder de Pedro Sánchez, habría que relacionar desde su puñalada a Susana Díaz, sus votos fraudulentos en el propio congreso del PSOE de 2016, sus mentiras sobre su tesis doctoral, el comité inexistente de expertos durante la pandemia, los estados de alarma ilegales, la trama corrupta de las mascarillas, su ocupación de la Fiscalía, del Tribunal Constitucional, del CIS, del Consejo de Transparencia, del Banco de España o la cátedra inmoral de Begoña Gómez.
Añadamos su acoso al poder judicial, especialmente al juez Peinado, su alianza negada descaradamente una y otra vez con Pablo Iglesias y con Bildu, su cambio de posición sobre el Sahara tras consentir la entrada ilegal del jefe terrorista del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, la llegada incesante de inmigrantes irregulares, subidas de precios y de impuestos y así sucesivamente, que podría seguirse tanto rato que daría para un libro o dos.
Ya hemos mencionado la última, la más cruel, la más cenagosa y miserable como ha sido el hacer posible la próxima libertad de un tipo criminal como Chapote, entre otros pistoleros, y la reducción de 400 años de pena carcelaria para 44 etarras mediante un falso subterfugio legal. Es un largo memorial de agravios a toda una nación desde hace seis años.
¿Está fracasando la Oposición?
Muchos suponen que la Oposición actual al sanchismo está compuesta, exclusivamente, por los partidos más relevantes de la derecha, PP y Vox. Es un error de percepción que deja de lado a otras formaciones políticas menores, como algunos grupos y personas relevantes que fundaron UPyD y Ciudadanos o bien algunos que siguen militando en el PSOE (a veces con un pasado que anticipó lo peor de Sánchez) o que ya han sido expulsados. Pero también deja fuera de la oposición a un nutrido grupo de asociaciones de la sociedad civil, a algunos sindicatos y organizaciones empresariales, a grandes medios privados de comunicación muy significados, y a incontables elementos activos en las redes sociales.
Para expresarlo de manera tópica pero inteligible, podríamos decir que desde una socialdemocracia para la que la democracia no es un territorio a ocupar, a instrumentalizar o a sustituir por una dictadura, sino un espacio político donde convivir (parece un deseo no confirmado), a liberales, moderados o no, y a conservadores, muy de derechas o menos, todos ellos componen la oposición al perverso conglomerado social-comunista-separatista de Pedro Sánchez y su oligarquía okupa del PSOE.
Pero es evidente que la oposición no ha podido, ni hasta ahora puede, acabar con el mayor peligro que acecha a la sociedad española desde hace casi 50 años a pesar de que el gobierno Frankenstein de Sánchez goza de una muy mala salud, con llamativas crisis internas en el PSOE y Sumar, conflicto entre Sumar y Podemos, con una batalla campal entre Esquerra y Junts y con un combate soterrado entre PNV y los ex etarras aglutinados en EH Bildu. Si añadimos el espectáculo de la corrupción, antes larvado y ahora estallado, la oposición parecía tenerlo fácil. Pero no.
La sinopsis del libro El retorno de la derecha (2023), buenista título, de Federico Jiménez Losantos se pregunta: "¿Qué pasa en la Derecha? ¿Qué le pasa siempre a la Derecha española? La realidad política actual apunta a un cambio de ciclo. Regresa la Derecha al Poder (¿), pero ¿qué le ha pasado desde la moción de censura contra Rajoy en 2018? ¿Cómo ha llegado Feijóo a las primeras filas del PP? ¿Por qué Casado y García Egea quisieron asesinar civilmente a Ayuso y se vieron expulsados de la política por los votantes de su propio partido? ¿Por qué en solo tres años ha desaparecido Ciudadanos? ¿De dónde surgió Vox? ¿Cómo el PP pudo hundirse y resurgir en apenas dos meses?".
Podríamos preguntarnos además por las crisis sucesivas de Vox desde un digno comienzo (ha sido el turno ahora de Rocío Monasterio, dimitida con condescendencia fatal y consecuencias imprevisibles, tras la de Iván Espinosa de los Monteros, Macarena Olona y tantos otros). O por la incapacidad enervante de los socialdemócratas discrepantes de articularse en un proyecto político de futuro.
También deberíamos interrogarnos por la descoordinación de las asociaciones civiles, por los personalismos estériles de plataformas y canales de Internet y las redes sociales y, cómo no, por la absoluta incompetencia de todos ellos ante el reto de unir fuerzas ante el poder hegemónico de un Sánchez ungido con ingentes dineros públicos atesorados y el poder casi total en las instituciones que ha ocupado.
Todo esto ocurría y sigue ocurriendo mientras los desmanes de Pedro Sánchez y su banda asombraban a muchos, no sólo por su osadía y descaro, sino por su continuidad e insistencia. Cada día uno más, a veces varios más. ¿Cómo es posible que, tras las innumerables farsas, mentiras y actuaciones corruptas y antidemocráticas del gobierno Sánchez, la oposición en su conjunto no haya logrado oponerse eficazmente al sátrapa?
Si es que no puede ni legal ni políticamente habría que revisar su status institucional porque la oposición es la garantía de la alternancia en el poder que diferencia a las democracias de las dictaduras.
Algunos factores paralizantes
Volvamos a Churchill y a la técnica de las ideas generales. No todo el mundo es especialista en todas las materias. Es más, es que cada especialista suele ser lego en la demás disciplinas. Por eso, hacer confluir todas las explicaciones parciales en un análisis general que resulte iluminador, a pesar de sus posibles vacíos o insuficiencias, es imprescindible. Por ello, nada hay más importante para ganar una guerra que un buen análisis general de la realidad. Lo más práctico ha sido siempre una buena teoría.
Acabamos de conocer que uno de los libros más vendidos de los Estados Unidos se llama Los logros de Kamala Harris. Tiene como singularidad el que todas sus páginas están en blanco y, sin embargo, se ha convertido en un éxito de ventas a pocas fechas de las elecciones presidenciales. Ha sido una crítica ingeniosa a la inexistencia de méritos de la candidata demócrata. Podríamos editar en España un libro parecido sobre la oposición al sanchismo.
Destaquemos algunos factores de entidad que han hecho y hacen ineficaz y casi inexistente la oposición al régimen de maldad impulsado en España desde 2004[vi]. La oposición al nuevo frente "popular" social-comunista-separatista capaz de mayorías parlamentarias impulsado desde 2004, carece de claridad en cuanto a sus fines y a los valores necesarios para alcanzarlos. Por ello, no puede elaborar una estrategia adecuada ni tácticas eficaces ni es capaz de intuir siquiera la novedad de una coordinación amplia que sigue restringiendo exclusivamente al partido político, siendo lo político y su selección de personal, ya se ha visto que lamentable, sólo un elemento de tal estrategia organizada.
a) Fines y valores
No hay una imagen medianamente clara sobre cuáles son los fines que debe satisfacer una democracia moderna y nacional en un marco internacional complejo y cómo amparar los valores y derechos y deberes de los ciudadanos en convivencia y tolerancia recíprocas. Por poner un ejemplo inminente. ¿Cuál es la actitud de la oposición sobre la Hispanidad? La democracia exige el voto libre pero los votos no pueden acabar con los valores que los justifican. Ni siquiera hay un análisis general compartido de la etapa postconstitucional.
¿Qué ha pasado para que desde la Constitución de 1978 y su voluntad de reconciliación y democracia estemos llegando a un País Vasco a punto de ser gobernado por ETA para humillación de sus víctimas, a una Cataluña dominada por el separatismo xenófobo con abandono de los catalanes que se sienten españoles, a una Galicia pendiente del mismo hilo y a unos comportamientos lejanos a los valores básicos de una sociedad democrática madura, libertad, justicia e igualdad?
Por tanto, no hay ni puede haber una estrategia política, social y cultural de gobierno para llegar a una necesaria situación de convivencia ni de los medios a usar para alcanzar una estabilidad duradera. La gran hazaña de la transición no ha sabido defenderse de sus enemigos. Nadie se ha opuesto seriamente a su derrota.
b) Inexistente convergencia estratégica y táctica
Esa carencia impide detectar con precisión quiénes son los enemigos de esa democracia nacional derivada de la Transición. Las reiteradas llamadas a un "centrismo" moderado (la vieja mayoría natural fraguista) hace invisibles a los dos frentes reales y globales que batallan por imponer su hegemonía en la sociedad española.
De una parte, está el frente sanchista-neocomunista-separatista, contradictorio pero consciente de su unidad táctica, que se dirige a un nuevo proceso constituyente disgregador de la nación y tumba de la democracia. De la otra están los partidarios de la consolidación de la democracia nacional y liberal alumbrada en 1978, desde la socialdemocracia cabal a la derecha más conservadora. Sin embargo, no son conscientes de la necesaria coordinación táctica, lo que conduce a la ineficacia socio-política y a la derrota electoral sistemática en las actuales circunstancias, como se vio con claridad en julio de 2023.
El problema es que los que componen este último frente anteponen sus tácticas menores de supervivencia y ambición de poder a un plan general de regenerar el espíritu de la reconciliación de la transición.[vii]
c) Oligarquía partidista e intrapartidista o acción coordinada y conjunta con la sociedad civil
Acaba de comprobarse cómo la perversa selección de personal en partidos oligárquicos, sumidos en comportamientos internos igualmente centralistas y oligárquicos, está conduciendo a un desastre democrático. Sucede en el frente anticonstitucional, pero al no creer en la democracia, carece de relevancia política. Es lo que creen y disponen.
Pero en el caso del frente democrático, esta conducta produce un desprecio inaceptable de las iniciativas y propuestas de personas y grupos muy bien cualificados, desde asociaciones específicas cívicas, culturales o profesionales, desde medios de comunicación a modernos arietes y canales de las redes sociales. La oposición al sanchismo, a derecha e izquierda, sigue sin aprender a escuchar, a dialogar y a respetar a su base social, que son todos los que son conscientes del peligro del frente de la maldad al que se combate.
Como ha dicho Jaime Mayor Oreja, uno de los mejores analistas con que contamos quienes nos oponemos a la disolución nacional por los medios alegales y autoritarios que estamos viviendo, no hay mucho tiempo para reaccionar y "en la medida en la que el frente y el proceso que nos va a gobernar avancen, sus consecuencias serán letales para España" que "sufrirá más su balcanización y en paralelo, la destrucción de un orden social".
Es urgente pero, "para concretar una alternativa, que es lo que nos sucede, hace falta más humildad, más grandeza, más generosidad, más sacrificio, mucho más pensar en España que en los legítimos intereses de cada uno de nosotros. No hay tiempo que perder, no hay que esperar a quién gane a quién, solo hay que pensar en la alternativa, que es lo que necesita España. Alternativa en el ámbito de las ideas, alternativa cultural, alternativa política".
Aunque la corrupción destapada acabe con el gobierno de Pedro Sánchez, el frente anticonstitucional seguirá en pie y para obligarlo, sí, obligarlo, a aceptar la democracia como forma de convivencia, hará falta una regeneración profunda, inteligente, moralmente ejemplar y eficaz de la democracia nacida de la Constitución, asignatura que la actual oposición sigue sin comprender y, por tanto, suspende una y otra vez. Sobre todo, el PP, que es el que tiene mayor responsabilidad en lo ocurrido, seguido de un Vox crecientemente dividido y desnortado. Tampoco los demás, votantes incluidos, sacamos nota suficiente. Está en peligro la nación española, pero…
[i] Sus semejanzas con aquel otro Frente Popular de hace casi 90 años son inquietantes.
[ii] El 31 de marzo de 1936, parafraseando el título de la novela de Erich María Remarque, el peneuvista Manuel Irujo escribió un artículo titulado «Sin novedad en el frente», en el que mostraba su escándalo por la violencia que se vivía en la España frentepopulista: "Que, en Madrid, Extremadura, Andalucía, Levante, se queman iglesias, conventos, fábricas [...]; que se hace salir desnudas a las religiosas y se las somete al trato que no se da a las mujeres profesionales [...] que se asesina a la Guardia Civil [...] ¿Es esto tolerable? El estallido se masca. Lo exige el ambiente. Y no tardando". No tardó.
[iii] Se refiere Marco en su libro Historia patriótica de España, edición ampliada, a un cierto consenso con partidos nacionalistas con los que "cualquiera de los dos partidos nacionales podía gobernar, si le hacía falta completar una mayoría absoluta, a cambio de unos avances en la descentralización que el otro partido no pondría en cuestión cuando llegara al poder… El pacto excluía las alianzas con los republicanos catalanes y los filoetarras vascos" aunque permitía el desarrollo de los nacionalismos con dejación de las responsabilidades del Estado. Seguramente, un desgraciado error.
[iv] Se refiere al golpe de estado del separatismo catalán.
[v] Muchos de los ataques ya fueron iniciados bajo la etapa de gobierno de Felipe González. La muerte de Montesquieu, por ejemplo, viene de entonces.
[vi] No se puede negar que los ataques al poder judicial, su penetración en él y el control de la Fiscalía General, las manipulaciones legales del texto constitucional, las agresiones a la libertad de prensa, los cambios repentinos en la política exterior (OTAN), el florecimiento de la corrupción, el premio a la ilegalidad, la condescendencia con los nacionalismos, el deterioro moral de la educación y tantos otros precedentes ya se dieron bajo los gobiernos socialistas de 1982 a 1995. Lamentablemente no todos ellos acabaron con la llegada del PP al gobierno desde 1996 hasta 2004 – se pagaron altos precios por el apoyo de Pujol -, y se acumularon errores desde entonces.
[vii] Cuando se ha sido consciente de ello y se ha actuado coordinadamente, el presidente electo legalmente de Venezuela ha sido reconocido como tal por el Parlamento español y el Parlamento europeo. Un ejemplo a seguir.
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