Madera de héroe

El prolífico escritor César Vidal no deja de viajar, al menos en el tiempo. En esta ocasión se traslada a la lejana China del siglo X para contar una historia inspirada en un personaje real que su experta y comprometida pluma convierte en un símbolo de la lucha contra la intolerancia.

Fan Ruoshi, el protagonista de este relato, tiene 14 años y pertenece a una humilde familia. Su escasa habilidad para las tareas físicas y la circunstancia de profesar a escondidas una religión prohibida no parecen destinarle a destacar en la vida. Pero tras esa discreta apariencia se esconde un chico que posee dos características fundamentales: una inteligencia excepcional que le permite reaccionar con rapidez y astucia en los momentos decisivos y una tenacidad que le guía sin pausa hasta conseguir sus objetivos.

Además, el joven sabe que el miedo no tiene importancia si se sabe controlar y posee una nobleza de carácter que le lleva a no mentir ni siquiera en las situaciones más peligrosas. De modo que Fan posee madera de héroe y toda su aventura personal se convierte en una continua superación de obstáculos que le impulsan a ayudar a su país en un momento de peligro y a conseguir riqueza y reconocimiento, pero, sobre todo, a obtener el premio más importante para un personaje de estas cualidades: el respeto a sus creencias.

En torno a tan atractivo protagonista se desarrolla una novela de aventuras dominada por la acción y en la que destacan las curiosas informaciones de una época y un lugar tan lejanos, como las durísimas oposiciones de los jóvenes chinos que pretendían entrar al servicio del emperador o las sugestivas peripecias de los piratas que surcaban el Yang-tse-Kiang dirigidos por su fascinante Reina.

En la nota final se explica con claridad la necesidad de que el respeto hacia las creencias religiosas se practique en todos los países del globo y el autor termina con una frase que reproducimos porque resume el espíritu de este libro y porque, naturalmente, la suscribimos: "También nosotros debemos ser conscientes de que sólo un mundo donde todos seamos libres, será un mundo realmente libre".