Verdades como puños
En medio del políticamente correctísimo panorama literario español descuella desde hace unos años la obra de Pío Moa. Antiguo militante de formaciones de izquierdas, incluido el GRAPO, pocas personas hubieran podido pensar que alguien tan extraviado hace años alcanzara cumbres de lucidez y sentido común como las transitadas por él en sus libros.
Su trilogía sobre la II República y la guerra civil española constituye, de hecho, ya un referente obligado para aficionados, profanos y especialistas. El presente volumen es, en parte, distinto de todo lo publicado hasta la fecha por Moa y constituye un conjunto de manifestaciones escritas que siguen su misma línea de sensatez, documentación y honradez intelectual. Dividido en dos partes bien delimitadas, en la primera Moa se acerca a aspectos más propios de la reflexión ensayística mientras que en la segunda se centra en cuestiones relacionadas con nuestras historia contemporánea. No le cabe ninguna duda al autor de estas líneas de que sobre todo los primeros textos provocarán urticarias en no pocas personas.
El análisis del feminismo ("La sociedad homosexual: el feminismo como ideología") seguramente no será repetido por ninguna cadena de televisión pero es, a nuestro juicio, lo más lúcido y sensato que sobre el tema se ha escrito en los últimos años. En realidad, es vergonzoso que una sociedad que se afana por comprender la prostitución como si fuera un empleo más mientras que califica despectivamente de Maruja a la mujer que decide permanecer en casa cuidando de su marido y de sus hijos tenga el cuajo de sentirse molesta con el análisis de Moa pero, seguramente, lo hará aunque con ello sólo deje de manifiesto que se ha tragado acríticamente las monumentales y petulantes estupideces que Shere Hite -y otras como ella- ha recogido en sus falaces libros o en los artículos tontos hasta la saciedad que publica, entre otros medios, el diarioEl País.
No menos brillante que ese análisis preñado de sentido común es el dedicado al mayo del 68 donde deja de manifiesto que la oposición contra Franco en la universidad no fue más allá de cuatro y el de la pancarta -divertidísimas las referencias a Antonio López Campillo en París- al significado del Ateneo en la actualidad o a la ley marxista del descenso de la tasa de ganancia, posiblemente el único texto del libro que resulta de lectura difícil aunque ciertamente recompensadora.
La segunda parte de la obra constituye un repoker de ensayos históricos donde se refuta la idea de que la II República subsistió más allá del 18 de julio y de que en ella se originara la transición democrática -nacida en el seno del franquismo como incómoda pero exactamente señala Moa- o se disecciona la terrible realidad totalitaria de los nacionalismos vasco y catalán.
La lectura de Moa es sabrosa, interesante y luminosa. No requiere -salvo la excepción ya señalada- de grandes conocimientos previos para poder entenderlo y aprovecharlo. En realidad, este libro, como otros de Moa, tan sólo requiere para leerlo el despojarse de anteojeras y prejuicios y el deseo de conocer la verdad por encima de propagandas. Cuando se dan esos requisitos previos, el resultado merece innegablemente la pena.
Pío Moa, La sociedad homosexual y otros ensayos, Madrid, Criterio, 2001, 321 páginas.
Número 10
Especial Once de Septiembre
Reseñas
- El general implacableCésar Vidal
- Reforma judicial y economía de mercadoGuillermo Dupuy López
- Crónica del horrorJosé Ignacio del Castillo
- Luces y sombras del pasadoLujia Escobar
- El hombre al que Castro temióVíctor Llano
- Madera de héroeSagrario Fernández Prieto
- Antes soñar que serJulia Escobar
- La reina, mejor que el reyMaría Luisa Moreno
- Entre Jesús y MahomaCésar Vidal
- Amandín, primera memoria del sociólogoJavier Rubio Navarro
- Elegíaco retratoRubén Loza Aguerrebere
- Verdades como puñosCésar Vidal