La libertad y sus resultados

Desde Hesíodo hasta Michael Novak —pasando por San Pablo, Juan de Mariana, Smith o Hayek— el profesor Termes recorre en esta obra la historia del pensamiento económico en Occidente para llegar a una personal (y muy convincente) conclusión: el valor moral del capitalismo democrático no se debe medir únicamente  por sus resultados sino también por la manera de producirlos.

Termes acude a la Antropología, visión de las perspectivas últimas, para conciliar ética y eficacia en las decisiones de los hombres. El autor es claro: el socialismo es un error antropológico. Pero advierte: el capitalismo carece de fundamento filosófico específico y en él coexisten éticas contradictorias que malinterpretan sus mejores frutos. Dice Rafael Termes que más que buscar la antropología del capitalismo, debemos postular por una antropología para el capitalismo que regenere moralmente el entorno en el que funciona.

Algunas de las épocas que el autor describe con prosa segura quizá  recuerden a una especie de momentos estelares de la libertad (como el célebre título de Stefan Zweig) por lo que tienen de vuelco histórico, de encrucijadas en las que personajes e ideas sometieron a la libertad a toda clase de emboscadas y cambios de rumbo. Un ejemplo: la ruptura del consenso que el nominalismo ockhamista provocó en el pensamiento medieval en el siglo XIV. La navaja de Guillermo de Ockham cortó por lo sano el sentido común de inspiración aristotélico-tomista e inauguró la era de los subjetivismos morales de toda laya.

Y otro ejemplo más: Tocqueville frente a Stuart Mill. No dejan de emocionar las encendidas palabras de amor a la religión y a la libertad del primero en contraposición al frío utilitarismo del segundo. Sin embargo las ideas millianas (liberales de cabeza y socialistas de corazón) probablemente, gobiernan la actualidad. Tercera vía en estado puro.

En el último capítulo el profesor Termes recoge sus opiniones más sugerentes, más personales, más comprometidas. Aclara el concepto de justicia social según la doctrina de la Iglesia. Critica, desde la admiración, el determinismo de Hayek. Insiste en que todo acto humano tiene un triple valor económico, psicológico y ético. Se muestra escéptico con los códigos empresariales de conducta y opta por una ética de la excelencia humana y profesional. Define la solidaridad como virtud y no como sentimiento. Apuesta por los juegos de suma positiva en las organizaciones. No acepta que el liberalismo arroje al suelo la bandera de la moral en aras de la eficiencia.  Admite que el debate antropológico del capitalismo no ha hecho más que empezar y que él, con esta obra, espera haber  alimentado la discusión. Seguro que sí. Rafael Termes despliega en Antropología del capitalismo  un auténtico tour de force liberal, repleto de valores y conocimientos, que no deja indiferentes.

Rafael Termes , Antropología del capitalismo . Ediciones Rialp, 2001. 379 paginas.