A propósito del término "islamofascismo"
"El nazismo es el islam del Norte", escribió Charles Maurras en 1936. La afirmación del líder e ideólogo más importante del nacionalismo integral francés tiene su enjundia y su retranca, especialmente por la fecha. La dejó escrita en el prólogo a la obra de Rénée de Dreux-Bréze Deux mois chez les Nazis d´Autriche (París, 1936). En realidad, ya en 1918 había dicho que el germanismo era "el islam de las tierras sin sol".[1] ¿Podría inferirse de tales expresiones que el islamismo (radical) es el nazismo del Sur, o de las tierras soleadas? Probablemente Maurras podía reconocer cierta paternidad en la génesis de los fascismos italiano, francés, portugués y español, pero hubiera rechazado cualquier relación con el nacional-socialismo alemán. Por tanto, la fórmula islamofascismo le hubiera resultado extraña e imprecisa.
En una información aparecida hace varios meses en el diario madrileño El Mundo y titulada "Aznar critica a la izquierda fascinada por el radicalismo islámico", podía leerse lo que sigue: "Aznar acuñó en su intervención una nueva expresión política, el islamofascismo, para designar a la ideología que mueve a los terroristas del 11 de Septiembre o a los que han sembrado de sangre las calles de Estambul, Bagdad o Afganistán".[2] Evidentemente, la reportera estaba mal informada, porque la expresión no era nueva ni la había acuñado el referido ex presidente del Gobierno. Sólo en 2006 (la expresión, como veremos, es muy anterior), emplearon el término antes que Aznar el presidente George W. Bush, el 10 de agosto, y, ese mismo día, los periodistas de la Fox Sean Hannity, Alan Colmes y Bill O'Reilly; el escritor Norman Podhoretz, en su artículo "Unrepentant Neocon" (The Wall Street Journal, 12-13 de agosto); el senador demócrata por Wisconsin Russ Feingold (12 de septiembre), los contertulios del programa de Brit Hume en la Fox (13 de septiembre) o comentaristas como Jonah Goldberg y William Kristol). De hecho, la irrupción del tópico en los debates políticos norteamericanos obligó al filósofo Roger Scruton a escribir un brillante ensayo, "Islamofascism", que aparecería en las páginas del Wall Street Journal el 17 de agosto. Con posterioridad a Aznar, pero dudo mucho que inspirándose en él, emplearon el término, por ejemplo, Bernard-Henri Lévy[3] y Michael Barone.[4]
De todas formas, la expresión islamofascismo venía empleándose desde que en 1978 fuera acuñada, según Scruton[5], por el marxista francés Maxime Rodison para describir la ideología del ayatolá Jomeini y de su revolución en Irán. Recuerdo que en 1979, tras el triunfo de ésta, escuché dos valoraciones distintas de la misma: una muy positiva, de un intelectual marxista del PSOE, y otra negativa, de un diplomático rumano destinado en España, que consideraba al régimen del sha Palevi un mal menor en comparación con el fanatismo medieval y teocrático de Jomeini. Poco después comprendí que se trataba de comparar un régimen autoritario (el del sha) con otro totalitario (el de Jomeini).
Desde los años 80, en mis clases de Ciencia Política en la Universidad Complutense vengo explicando a mis estudiantes los tipos de dictaduras según Juan Linz y Leonardo Morlino; y añado una categoría junto a los totalitarismos comunista y nazi, el islámico, que hoy algunos denominan "yihadista". El problema es que esta última denominación no refleja bien las formas del totalitarismo islámico radical puestas en práctica por Jomeini en Irán y por los talibanes en Afganistán.
Tanto el término como el concepto de totalitarismo han sido ampliamente usados y abusados, discutidos y reelaborados, desde que la palabra fuera inventada, en 1923, por el liberal antifascista italiano Giovanni Amendola. No tardaron en asumir el término Mussolini y, lo más extraño, el dirigente comunista Antonio Gramsci, que llegó a insinuar ingenuamente una distinción entre un totalitarismo auténtico, el comunista, y otro falso, el fascista.[6]
En el siglo XVIII, Edmund Burke percibió en la ideología jacobina y el Terror subsiguiente el primer experimento histórico de una "complete revolution". En el XIX, nuestro Donoso Cortés tuvo la visión apocalíptica de una revolución social profunda que generaría un "tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso". Habría que esperar al siglo XX y a la revolución comunista en Rusia para presenciar la primera "revolución total" o "totalitaria" consolidarse como sistema de dominación, que a su vez inspiraría también al nazismo (nacional-socialismo) de Hitler: el materialismo económico sustituido por el materialismo zoológico, la lucha de clases por la lucha de razas.
Los fascismos y otras dictaduras, como la franquista en España, nunca superarían, pese a los excesos retóricos, el nivel de regímenes autoritarios. Sin embargo, la revolución de Jomeini en Irán inauguró la era de los nuevos totalitarismos islámicos. En mi opinión, el término islamofascismo, como todas las fabricaciones y tics propagandísticos del comunismo (socialfascismo, etcétera), es falaz y equívoco. La naturaleza totalitaria del radicalismo islámico es más parecida a la del nazismo o a la del propio comunismo. Como proponía la fórmula delirante de otro marxista francés, Roger Garaudy, vamos a la revolución con el Corán en una mano y El capital en la otra.
[1] Cit. por Ernst Nolte en El fascismo en su época, Península, Madrid, 1967, páginas 102 y 532.
[2] Carmen Remírez de Ganuza, El Mundo, 3 de octubre de 2006, página 12.
[3] V. su artículo "El efecto mariposa", publicado por el diario El Mundo el 6 de noviembre de 2006.
[4] "The National Interest, U.S. News & World Report, 13 de noviembre de 2006.
[5] Roger Scruton, "Islamofascism", The Wall Street Journal, 17 de agosto de 2006, página A8. Con anterioridad, Mortimer B. Zuckerman, en otro excelente ensayo, había analizado las expresiones "Islamofascism", "fanatical, extremist, radical Muslims" y "Totalitarianism" ("Confronting the Threat", U. S. News & World Report, 1 de agosto de 2005, página 68).
[6] V. Stanley G. Payne, El régimen de Franco, Alianza, Madrid, 1987, páginas 656 y 657.
Número 31
Varia
- ¿Qué ocurrirá tras la muerte de Fidel Castro? Conversación en los funerales del ComandanteCarlos Alberto Montaner
- Bajo la amenaza del CoránCarlos Semprún Maura
- A propósito del término "islamofascismo"Manuel Pastor
- Polonia, 1956Jan Stanislaw Ciechanowski
- ¿Pueden servir los atentados como fuente de financiación del terrorismo?Mikel Buesa, Thomas Baumert, Aurelia Valiño y Joost Heijs y Javier González Gómez
- El desarrollo económico y sus enemigos en el siglo XXIJoaquín Trigo Portela
Leemos hoy en Libertad digital: "HOLANDA SE NIEGA A SEGUIR PAGÁNDOLA
Hirsi Ali se ve forzada a volver a Holanda porque EEUU no se hace cargo de su seguridad"
Una victima mas del islamofascismo, que esta invadiendo tambien algunos paises como Holanda.
El progresismo dominante (el del talante) hace que en paises supuestamente democraticos como Holanda, prefieran la cultura del no enfrentamiento o apaciguamiento, y dejan a su suerte abandonada a una de las principales figuras liberales contra el islamofascismo
Un dia triste, esperemos que no la pase nada?