Apuntes sobre Corea del Norte
El 27 de marzo de 2010, el Gobierno de la República de Corea (popularmente conocida como "Corea del Sur") anunciaba que el Cheonan, un buque militar con una dotación de 104 tripulantes, había sido hundido por un torpedo lanzado desde un submarino norcoreano cuando se encontraba en aguas territoriales surcoreanas. Este hecho –negado tajantemente por el Gobierno del norte– marca el último capítulo (hasta la fecha) del culebrón protagonizado por los dos Estados que reclaman para sí el nombre de Corea. Sistema estalinista represivo y cerrado por un lado, democracia parlamentaria y capitalista por el otro: entender el fenómeno que representa Corea del Norte es dar un paso más hacia la comprensión de las vicisitudes del posmodernismo ideológico del siglo XXI.
El objetivo del presente ensayo es analizar las particularidades del régimen conocido –en la Antigüedad como ahora– con el nombre de El Reino Ermitaño.
Datos geográficos y socioeconómicos
La República Popular Democrática de Corea –tal es su nombre oficial– está ubicada en la Península de Corea, en el sudeste asiático, y ocupa 120.538 kilómetros cuadrados. Tiene fronteras con la República Popular China (1.416 kms.), la Federación Rusa (19) y la República de Corea (238). Su capital es Pyongyang, y tiene 22,7 millones de habitantes (2009), de los cuales el 99% está alfabetizado. La esperanza de vida llega a los 64 años, con una mortalidad media de 12,6 por cada 1.000 habitantes. Los norcoreanos practican el budismo, el confucianismo y el chondogyo (una variante coreana del sintoísmo). Aunque la práctica religiosa está prohibida de facto, el Estado patrocina una serie de pseudorreligiones oficiales con la finalidad de mantener las apariencias, de cara al exterior.
La economía norcoreana está cerrada al exterior: en el estudio del think tank liberal-conservador The Heritage Foundation, el Gobierno de Pyongyang recibe un cero, en una escala de cero a diez, en libertad económica. Con escasas exportaciones y aún más escasas importaciones, el PIB per cápita de Corea del Norte apenas alcanza los 1.900 dólares. Su moneda, el won (dividido en 100 chons), no es divisa de cambio en el mercado internacional. Según el cambio oficial, un dólar equivaldría a 2,16 wons. En el mercado negro, la moneda estadounidense se cotiza a unos 128 wons.
Esbozo histórico
El Reino de Corea (cuya existencia comprobable se remonta al año 2333 a. C.) fue uno de los Estados más poderosos de la Antigüedad. Celosamente independientes, aguerridos y belicosos, los coreanos se defendieron a capa y espada de los intentos japoneses por ocupar su territorio. Ya en el siglo XX, en 1905, el Ejército Imperial invadió Corea como colofón de la Guerra Ruso-Japonesa. Esta ocupación fue legalizada en 1910, cuando la península pasó a ser parte integrante del Imperio del Sol Naciente.
La resistencia coreana alcanzó su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial: entre 1941 y 1945, innumerables grupos guerrilleros combatieron a los japoneses desde el interior del país. El final de la contienda y el posterior reparto del territorio de los vencidos llevado a cabo por los Aliados implicó la partición de Corea: en la zona norte surgió un régimen títere de Moscú, apoyado por Pekín; en la zona sur, un sistema democrático liberal patrocinado por Estados Unidos.
La Guerra de Corea tuvo lugar entre 1950 y 1953, aunque en teoría sigue en curso. El conflicto estalló cuando el Gobierno de Corea del Norte decidió invadir el sur. El proyecto, de típica inspiración kimilsungiana, fue fogoneado abiertamente por Stalin. El apoyo de Mao Tse Tung contribuyó a que la ocupación avanzara rápidamente. Por su parte, Seúl solicitó el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual decidió enviar una fuerza conjunta encabezada por el general estadounidense Douglas MacArthur. El héroe de Guadalcanal hizo retroceder rápidamente a las tropas comunistas, y sugirió al presidente Harry Truman la conveniencia de llegar al corazón mismo de la China maoísta. Temiendo un conflicto nuclear a escala global, Truman desautorizó –provocando, indirectamente, su baja del Ejército– a MacArthur, conjurando así (quizá) la Tercera Guerra Mundial.
La Guerra de Corea fue la escalada militar más grave de la Guerra Fría. Con una paz de facto y un saldo de dos millones de víctimas, dejó como resultado el establecimiento de una zona desmilitarizada en el paralelo 38, una franja de 250 kilómetros de largo por 4 de ancho en, paradójicamente, uno de los puntos más militarizados del planeta.
Adicionalmente, la Guerra de Corea dejó un saldo más significativo, más cruento y más duradero: la dictadura de Kim Il Sung, el Eterno Líder, en Corea del Norte.
La trinidad norcoreana
Pese a sus constantes ataques a la Iglesia Católica, el régimen que gobierna Corea del Norte basa su folclore y sus ritos en los preceptos fundamentales de la Cristiandad. Un ejemplo básico lo encontramos en la santísima trinidad que preside la dictadura de Kim Jong Il:
Kim Il Sung (1912-1994). El Padre Fundador, el Presidente Eterno, el Gobernante-Dios
Considerado una deidad viviente, su obra es –según textos oficiales– la "auténtica Biblia del Pueblo". La historiografía oficial lo sitúa como el máximo héroe de la guerrilla antijaponesa, aunque (según apuntan diversos historiadores) sólo fue un mediocre dirigente político de segunda línea, elevado por Moscú a la jerarquía de la resistencia. En ese momento adoptó su nombre, Kim Il Sung, "el Sol que llega". Luego de sentenciar que Corea del Norte es el "Paraíso" bajo su "tutela inmemorial", la Agencia Estatal de Noticias norcoreana asegura que Kim Il Sung "recorrió 550.000 kilómetros" para visitar y felicitar a los miembros de "18.000 unidades militares"; lo hizo en unas "8.000 ocasiones". A su paso, "la niebla se disipaba" y "los árboles florecían repentinamente", y "el sol salía a su llegada".
Innumerables edificios, instituciones y espacios públicos de Corea del Norte llevan el nombre del Padre Fundador. Entre ellos, cabe mencionar el Estadio Kim Il
Sung (con capacidad para 50.000 personas), la Plaza de Kim Il Sung (ubicada en el centro de Pyongyang) y la Universidad Kim Il Sung (obviamente, el centro de altos estudios más importante de Corea del Norte).
Kim Jong Suk (1917-1949). La Madre, la Creadora, la Inspiradora
La hagiografía oficial quiere que haya combatido fervorosamente a los japoneses, codo a codo junto a su esposo, el Padre Fundador. Entre las especies más desopilantes, se cuenta que: curó a soldados coreanos sólo con imponerles las manos; preparó pasteles con harina de pino (sic) para las tropas hambrientas, mientras ella se alimentaba con corteza del mismo árbol; no dormía: prefería coser uniformes para los soldados; rompió las líneas japonesas para recuperar un rifle extraviado; puso en marcha la industria textil de posguerra.
Organismos tan importantes como la Liga Femenina del Partido o la Academia Naval Militar llevan su nombre.
Kim Jong Il (1941 o 1942-). El Hijo, el Heredero, el Continuador
Con éste, el ditirambo del régimen alcanza cotas inefables. Ésta es sólo una exigua muestra:
- Su nacimiento estuvo marcado por dos arco iris y una estrella en pleno día.
- Puede controlar el clima a voluntad (y así se afirma en la televisión norcoreana).
- Es un eximio golfista: consigue hoyos en uno a voluntad.
- Ha compuesto seis óperas relacionadas con la filosofía del régimen.
- Es un "experto en internet", cuya aparición predijo.
- Ha escrito diversos guiones relacionados con la Idea Juche y más de 7.000 libros.
- Diseñó la Torre de Juche (una estructura de 170 metros en pleno centro de Pyongyang, que celebra la vigencia de la ideología oficial).
Idea Juche y 'kimilsungismo'
El errático y caprichoso devenir de la política norcoreana está marcado por dos filosofías base: la Idea Juche y el kimilsungismo. Ambas son intercambiables e indivisibles. Incomprensiblemente, son el eje de una ingente cantidad de obras escritas (sin ir más lejos, la propia Biblioteca Nacional española registra más de 100 títulos relacionados con ambos términos)... que no arrojan demasiada luz sobre la ideología de Kim Il Sung. Extrapolando algunas ideas y desbrozando entre las obras del Líder, los axiomas podrían ser los siguientes:
- Kim Il Sung es Dios.
- El Poder es hereditario.
- El aislamiento es bueno (de hecho, la URSS habría caído por abrirse al mundo exterior).
- Corea debe ser Una.
- La Idea Juche debe propagarse por todo el mundo.
- Juche es Amor.
- El pluralismo retrasa la transformación de la sociedad.
- El Hombre es el Motor.
- Las masas son perfectas en su inmensa sabiduría.
Adoctrinamiento, pedagogía y forja de la mentalidad revolucionaria
El Ministerio de Educación impone 304 horas anuales de estudio de la infancia de Kim Il Sung y Kim Jong Il en las escuelas primarias. Esa cifra prácticamente se duplica en la secundaria: 567 horas, con contenido agregado especial sobre las "actividades revolucionarias" de ambos líderes. Aparte de los preceptivos juramentos de fidelidad, los escolares deben realizar –diariamente– ejercicios de respiración y recitado de frases de Kim Il Sung y Kim Jong Il. Los desmanes de la dinastía de los Kim a fin de controlar las mentes de los norcoreanos podrían llenar un libro. Como ejemplo determinante, citaremos lo ocurrido con el director de cine Shin Sang Ok y su esposa Choi Eun Hee, ambos surcoreanos.
La pasión de Kim Jong Il por el cine –es uno de los mayores coleccionistas privados de largometrajes: se dice que posee 20.000 títulos– le llevó a convencer a su padre para que financiara una película que reflejara el triunfo de la Idea Juche sobre el imperialismo. Obedeciendo órdenes de Kim júnior, miembros del servicio de inteligencia norcoreano secuestraron al director y a su esposa y los obligaron a dirigir un filme delirante. La película, de título Pulgasari, se estrenó en 1985 y narra la siguiente historia:
En plena época feudal, un malvado rey coreano es informado de una rebelión campesina gestada en el interior del país. El monarca decide incautarse de todas las herramientas y enseres de acero –incluyendo los utensilios de labranza y cocina– para evitar la fabricación de armas. Luego de restablecer el orden, el Rey decide encarcelar a un viejo herrero, cuya última creación ha sido Pulgasari, un monstruo –sospechosamente parecido al japonés Godzilla o Gojira– que se alimenta de metal. La sangre de la hija del herrero logra insuflar vida a la criatura, la cual encabezará la lucha de los pobres para derrocar a la violenta monarquía. Según Kim Jong Il, esto sería una "metáfora perfecta de la lucha contra la opresión capitalista".
Huelga apuntar que esta película –virtualmente desconocida fuera de Corea del Norte– no recibió atención alguna por parte de la industria cinematográfica occidental. El director y su esposa pudieron escapar a Estados Unidos en 1986, aprovechando un descuido de la guardia de corps de Kim Jong Il, durante un encuentro de empresarios cinematográficos en Viena.
Últimos apuntes y conclusiones
Luego de este breve repaso, surge la pregunta: ¿Cuál es el balance de esta historia dantesca?
- Según el profesor Pierre Rigoulet, investigador del Institut d’Histoire Sociale de París, el régimen norcoreano ha causado la muerte, desde su instalación (1946), a unos tres millones de personas.
- El sistema económico norcoreano, planificado y basado en el estalinismo más ortodoxo, es inviable: infinidad de norcoreanos han muerto por hambrunas producidas por cosechas mal planeadas.
- La industria norcoreana, atrasada y sobreexplotada, no reúne los requisitos mínimos para competir en el mercado internacional.
- Corea del Norte, poseedora de armas nucleares, es un factor de peligro y desestabilización en el concierto de las naciones.
- Sólo una población idiotizada y robotizada por la propaganda oficial puede aceptar el statu quo vigente allí.
- Es necesario un vasto estudio de las técnicas de captación y agit-prop norcoreanas para comprender la realidad de uno de los fenómenos más grotescos del panorama político internacional.
Epílogo: el futuro previsible
El obeso joven de veintiséis años se despertó de golpe en su lujosa cama del lujoso palacio de Sinuiju. Había llegado el día. Nacido en 1984 y educado en las mejores escuelas suizas, ostentaba el grado de general de cuatro estrellas. Todo estaba listo: luego de que los embajadores de Corea del Norte juraran lealtad absoluta al nuevo Yŏngmyŏng-han Tongji (Brillante Camarada), había llegado su hora. Los niños ya sabían de memoria la nueva canción de homenaje. Su hermano había sido descartado de la sucesión hacía tiempo. Por afeminado, aunque oficialmente se habló de que intentó ingresar en Japón con un pasaporte falso.
El Sucesor del Continuador ya está aquí. Ha llegado la era de Kim Jong Un.
Número 48
Liberales y conservadores
- ¿Por qué soy liberal-conservador?Florentino Portero
- ¿Por qué ser conservador cuando se es liberal?Horacio Vázquez-Rial
- Liberal a fuer de conservadorPablo Molina
- Una polémica necesariaElio A. Gallego
- Libertad, comunidad, tradición, EstadoJosé Carlos Rodríguez
- A pesar del conservadurismoJorge Vilches
- Los liberales son de Heráclito. Los conservadores, de ParménidesSantiago Navajas
- De gatos escaldadosCarlos Rodríguez Braun
- Valoración desapasionada de los libertariosRussell Kirk
- Por qué no soy conservadorFriedrich A. Hayek
Reseñas
Varia
- Bachillerato, excelencia y sociedad meritocráticaÁlvaro Vermoet Hidalgo
- Apuntes sobre Corea del NorteEduardo Fort
- ¿Populismo punitivo o reclamación razonable? La cadena perpetua: 'principios utilitarios' y 'análisis económico'Luis M. Linde
- Historia genital de la revolución cubana (y 'La mujer del coronel')Carlos Alberto Montaner