Las crónicas de la Gran Recesión del Dr. Rallo
Si algo caracteriza a los buenos economistas es su capacidad para explicar correctamente no sólo los efectos inmediatos y visibles de un determinado fenómeno, sino, sobre todo, las consecuencias secundarias y a primera vista imperceptibles del mismo. Según esta definición, Juan Ramón Rallo ha demostrado con creces ser un excelente economista, hasta el punto de convertirse en uno de los más prestigiosos de España. Su último libro, Crónicas de la Gran Recesión, así lo demuestra.
Esta obra es una cuidadosa selección de sus artículos de opinión y análisis, aparecidos en distintos medios de comunicación y think tanks en el período 2007-2009; es decir, que algunos de ellos fueron escritos antes del estallido de la crisis financiera internacional. Por eso, precisamente, estas páginas constituyen una especie de test acerca de la solidez teórica y la capacidad predictiva de su autor. Y su autor supera la prueba con matrícula de honor.
Lo más curioso de este particular ejercicio de "falsación intelectual" –tal y como él mismo lo califica– es que la inmensa mayoría de los economistas de referencia –tanto a escala nacional como internacional– no lo superaría. Muchos, especialmente los keynesianos, deberían abandonar sus cátedras o, al menos, avergonzarse de seguir ejerciendo la profesión a la vista de los graves errores que han cometido tanto en el diagnóstico de la crisis como a la hora de proponer la cura. Por poner un ejemplo: allá por los años 2001 y 2002, el afamado Paul Krugman (Nobel de Economía en 2008) arengaba desde su columna del New York Times al entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para que creara una burbuja inmobiliaria capaz de llenar el huevo originado por el derrumbe de las puntocom. Por desgracia, el Maestro le hizo caso.
Estas Crónicas –noventa artículos, generalmente de tres o cuatro páginas–, ilustradas por Juan Álvaro Pernía, son un intenso viaje a la Gran Recesión, con análisis breves pero profundos de sus principales fases y acontecimientos: el colapso de las hipotecas subprime, la crisis de liquidez, la bajada histórica de los tipos de interés, la insolvencia del sistema financiero; la quiebra de Lehman Brothers, la nacionalización de la banca; la caída de Islandia; los planes de estímulo auspiciados por el G-20; el desplome inmobiliario español, el paro, las políticas económicas de Zapatero; las recomendaciones de monetaristas y keynesianos... A modo de cuadro general, el doctor Rallo ofrece al lector una perspectiva diáfana y, posiblemente, novedosa y desconocida del origen y el desarrollo de la crisis. Son muchos los que, aún hoy, se preguntan cómo hemos llegado hasta aquí, y por qué las medidas gubernamentales puestas en marcha han fracasado estrepitosamente, sobre todo en España. Rallo ofrece toda una batería de sólidas respuestas. Y sin caer en ningún caso en el tradicional lenguaje ininteligible de los economistas. Al tratarse de artículos de prensa, con clara finalidad divulgativa, la principal ventaja de esta obra radica en su claridad y sencillez, por lo que estas páginas están al alcance de cualquiera. Su didactismo y su demostrada capacidad de síntesis son una prueba más de la excelencia analítica del autor. Y es que un buen profesor no es el que sabe mucho, sino quien, controlando al milímetro su materia, es capaz de hacer entender a los demás temas complejos de forma sencilla.
No serán pocos los lectores que descubran en esta obra un auténtico mundo nuevo, una especie de revelación capaz de tumbar erróneas ideas preconcebidas e invalidar teorías del todo fracasadas. Rallo lanza críticas feroces al intervencionismo estatal, a la banca central, al sistema monetario internacional, al insostenible funcionamiento de los bancos y a las recetas de corte keynesiano propugnadas por gobiernos, sindicatos y economistas de toda índole. En este sentido, los artículos aquí recopilados suelen seguir el siguiente patrón: ¿qué sucede? - ¿por qué? - ¿qué proponen? - ¿por qué se equivocan? - ¿cuál es la solución?; un esquema redondo de preguntas y respuestas que, amenizado con ejemplos prácticos de fácil comprensión, resulta muy adecuado para aclarar dudas y resolver cuestiones.
Por poner un ejemplo relacionado con España: muchos desconocen el importante papel que ha desempeñado, y aún desempeña, nuestro desequilibrio exterior en la actual crisis. El denominado déficit por cuenta corriente es un concepto extraño e incomprensible para la mayoría, pero Rallo lo explica así en un artículo titulado "El déficit exterior resume nuestra crisis":
La cuenta corriente nos dice si está entrado o saliendo dinero del país. Si exportamos un kilo de arroz por 10 euros e importamos dos kilos de tomates por 20, el saldo neto es que han salido 10 euros. Para obtener estos 10 euros netos tendremos que echar mano de nuestros ahorros o bien pedírselos prestados a los extranjeros.
Acumulamos una enorme deuda privada con el exterior durante el boom de la vivienda, y ahora toca pagar la factura. ¿Cómo? Dejando de construir viviendas para pasar a producir bienes que desean los extranjeros. Es decir, España precisa reestructurar su mercado productivo hacia la exportación, pero esta tarea es dificultada hasta el extremo por el Gobierno, con sus rescates y la brutal manera en que está engordando la deuda pública.
Como no podía ser menos, la Escuela Austríaca de Economía está presente en toda la obra. Rallo bebe directamente de ella, y logra aplicar su teoría de forma concisa y certera a los casos prácticos recogidos en estos textos.
La única crítica reseñable a este libro es la ausencia de material inédito; pero, claro, no era ése el objetivo. Los seguidores de las columnas de Rallo, que son muchos, posiblemente no descubrirán nada nuevo, ya que se trata de una selecta recopilación de las mismas. Sin embargo, disfrutarán enormemente releyendo sus perlas agrupadas en este utilísimo compendio, esta valiosa obra de consulta para tener siempre a mano.
Por último, se trata de un libro altamente recomendable para todos aquellos que quieran introducirse en la economía y empezar a entender lo que realmente acontece a su alrededor. En definitiva, una obra fantástica, imprescindible.
Juan Ramón Rallo, Crónicas de la Gran Recesión, Unión Editorial, Madrid, 2011, 344 páginas.
Número 48
Liberales y conservadores
- ¿Por qué soy liberal-conservador?Florentino Portero
- ¿Por qué ser conservador cuando se es liberal?Horacio Vázquez-Rial
- Liberal a fuer de conservadorPablo Molina
- Una polémica necesariaElio A. Gallego
- Libertad, comunidad, tradición, EstadoJosé Carlos Rodríguez
- A pesar del conservadurismoJorge Vilches
- Los liberales son de Heráclito. Los conservadores, de ParménidesSantiago Navajas
- De gatos escaldadosCarlos Rodríguez Braun
- Valoración desapasionada de los libertariosRussell Kirk
- Por qué no soy conservadorFriedrich A. Hayek
Reseñas
Varia
- Bachillerato, excelencia y sociedad meritocráticaÁlvaro Vermoet Hidalgo
- Apuntes sobre Corea del NorteEduardo Fort
- ¿Populismo punitivo o reclamación razonable? La cadena perpetua: 'principios utilitarios' y 'análisis económico'Luis M. Linde
- Historia genital de la revolución cubana (y 'La mujer del coronel')Carlos Alberto Montaner