Incorrección política en píldoras

Todo lunes por la mañana cumplo la inevitable liturgia de leer, en la portada de Libertad Digital, la tontería económica de Carlos Rodríguez Braun. Es una liturgia antigua, de hace aproximadamente diez años –diez años, bien se sabe, es una barbaridad en internet–, deleitarse con los dardos de este gran maestro del sentido común.

CRB escribe mucho y a veces muy profundamente. Es todo un señor catedrático de los de antes, que domina al dedillo la ciencia económica; pero, a diferencia de otros sabios, tiene una capacidad innata para explicarse y analizar la actualidad. Gracias a esta faceta, es uno de los economistas más conocidos –y, mal que les pese a los progres, respetados– del mundo de habla hispana.

Es esa última faceta, la de analista políticamente incorrecto de lo que sucede a su alrededor, la que da cuerpo y sabor a su columna de LD, la célebre "Tontería económica de la semana". CRB recorre los periódicos y, echando mano de esa suerte de radar para las tonterías con que está equipado, escoge la más grande de todas y la refuta en pocas líneas, las suficientes para dejar al que la dijo a los pies de los caballos, intelectualmente hablando.

En esta segunda entrega de tonterías, CRB ha seleccionado las mejores del último lustro, 2006-2011. Han sido años intensos desde el punto de vista económico. En marzo de 2006, por ejemplo, nos encontrábamos en el punto culminante de la burbuja crediticia que nos ha llevado a la crisis actual. CRB no ha cambiado de punto de vista ni de lente en todo este tiempo, en que a la euforia sucedió el llanto. No todos pueden decir lo mismo; de hecho, muy pocos pueden hacerlo.

Leerlas una a una es, aparte de un grato entretenimiento en el que están garantizadas las sonrisas y alguna que otra carcajada, un breve viaje por la historia periodística de la crisis económica. CRB, muy en su línea de martillo de keynesianos e indocumentados económicos, procura no hacer prisioneros. Por su galería de despropósitos pasan todos los que han estado diciendo burradas económicas estos últimos años, en los que la economía se ha enseñoreado de portadas, terceras, editoriales y sesudas tribunas de opinión. No falta nadie. Desde Felipe González a Marx pasando por Mayor Zaragoza, Evo Morales o el infame matrimonio Kirchner. Mención aparte merece Smiley, que es como el autor ha motejado a José Luis Rodríguez Zapatero. Cada vez que ha abierto la boca para decir una tontería económica, en el sentido más genuino del término, ahí ha estado CRB con el estoque en la mano para rematarlo.

Un libro, en suma, de esos que se leen solos, ya sea de principio a fin o de fin a principio, porque la ventaja de estas recopilaciones es que da igual por dónde se les hinque el diente: el disfrute está garantizado. Sólo me queda rogarle al autor que siga publicando su tontería muchos años más: sin esa píldora rejuvenecedora, las mañanas de los lunes serían algo muy distinto, y necesariamente peor.

Carlos Rodríguez Braun, Tonterías económicas II, LID (Madrid), 2011, 190 páginas.